Aislamiento bajo losa.
Esta semana os mostraremos el primer paso para levantar la vivienda: la cimentación.
El sistema de cimentación elegido ha sido la losa, principalmente por optimizar los tiempos empleados en la ejecución y aislamiento de la misma.
La envolvente del edificio ha de ser continua en todos sus lados, el primero obviamente es la cimentación, en este caso, hemos utilizado un aislamiento bajo losa de 100 mm. de espesor que se ha suministrado en dos capas de 50 mm., que se colocarán trascuarteadas y luego se aislará con una lámina de polietileno para cortar la capilaridad por humedad que pudiera producirse.
Es importante seguir con el mismo espesor de aislamiento a lo largo de todo el edificio, por lo que arrancamos en la cimentación y prolongamos el aislamiento en cantos de forjado y posibles arquetas hasta enlazarlo con las fachas.
Detalle losas de hormigón
Para obtener los máximos resultado con un óptimo coste, se ha planteado ejecutar la vivienda en distintas partes, que una vez acabadas se percibirán como un único conjunto integrado.
Hay tres volúmenes diferenciados, ejecutados de maneras completamente diferentes. El porche y la cochera se ejecutaran en base a la construcción tradicional; muros de hormigón, tabique multiperforado y forjado de vigueta y bovedilla, puesto que no tienen que cumplir ninguna restricción térmica. La vivienda será independiente de estos anexos y se ejecutará en base a conseguir una mínima demanda energética.
Como podremos ver más adelante los sistemas constructivos no están reñidos entre si y se integran perfectamente, siempre y cuando tengamos claro la función de cada elemento y los requisitos técnicos y térmicos de cada uno.
Iván Menéndez Suárez.
EFINCO, S.L.
