El sector residencial es el tercer consumidor de energía eléctrica, con el 21% del consumo, por detrás de la industria (31%) y el transporte (28%). En concreto, la iluminación de las viviendas se lleva el 12% del consumo eléctrico nacional, mientras que los electrodomésticos representan el 6,6%.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, las partidas más destacadas de consumo de energía en un hogar están destinadas a climatización (48%) y electrodomésticos (22%). Es importante recordar que los electrodomésticos en standyby continúan consumiendo, por lo que apagarlos una vez utilizados se convierte en la mejor opción. Muy de cerca, les sigue el consumo derivado del agua caliente sanitaria (19%) y la cocina –en menor proporción, con un 7% del consumo–. El dato sorprendente es el consumo en iluminación.
Con la automatización adecuada de las instalaciones, como la que se aplicará en neHogar y de la que hablaremos más adelante, se puede llegar a ahorrar un 35% en clima y un 40% en iluminación. Un ahorro necesario para hacer frente a las previsiones y a los requerimientos futuros. Se estima que en 2030 se habrá duplicado la demanda de energía eléctrica, y que en 2050 pasará lo mismo con la demanda de energía, frente a la necesidad de rebajar a la mitad las emisiones de CO2, altamente necesario para evitar cambios climáticos drásticos.
¿LA CLAVE? Una gestión de la energía del hogar eficiente, que no sólo suponga un ahorro para el bolsillo del consumidor, sino que sea también una lanza a favor del medio ambiente.
Schneider Electric
